Chistes de animales

Un chistes de animales.

Llega una señora a conversar con el cura: 
_ Padre, tengo un problema!
_ Dime, ¿Cuál es tu problema, hija?
_ Fíjese padre que tengo dos loras, bonitas, pero lo único que saben decir es: 
_ Hola somos prostitutas, ¿Quieres divertirte un rato?
 Le contesta el cura: _Eso está muy mal hija, pero le propongo algo. Yo tengo un par de pericos a los que he enseñado a rezar; Tráigame sus loras, las ponemos en la misma jaula con mis animales y ellos les enseñarán bien, y así se les quitará lo mal habladas. 
 La señora, encantada con la idea, le lleva los animales al día siguiente. Al llegar ve que los pericos del Padre están en su jaula concentrados rezando el rosario. Meten a las loras a la jaula y fieles a su costumbre estas dicen: _ Hola somos prostitutas. ¿Quieres divertirte un rato? Y uno de los pericos contesta: _Hermanos, nuestras oraciones han sido escuchadas... ...¡LLEGARON LAS PUTAS!